Solo ella, hoja caída,
inválida ya para propagar tu oxígeno.
Con la belleza inerte de un mal sueño,
realidad volteada por una tímida ráfaga de viento.
A su voluntad me debo,
él me mueve y me contorsiona
a veces sin ser consciente, me hunde en charcos
que a los días secan.
Dejándome de nuevo medio enterrada.
Pero entonces llega de nuevo su fuerza inusitada
y de un leve vuelo me traslada,
de espaldas ahora,
al suelo.
Antojadizo tiempo, de este caer d e hojas
hermanadas en el invierno.
Algunas conservando aún cierta tersura,
su verde apenas amarillento ...
Mientras a otras,
una gama de ocres
nos maquilla las arrugas del alma.
Moribunda, al sol, a la sombra.
Y ahora déjame reposar viento,
que quiero ser pasto del sueño,
penetrarle con ese halo de vida
penetrarle con ese halo de vida
aun capaz de alimentar raíces.
Ser abono que en primavera de fructifique
y ver así mi ciclo de la vida completo.
Que ya no soy
soy ellos,
ya no me muevas más,
deja que acabe mis días,
deja que acabe mis días,
Viento
Carla
día 11/12/2015 a las 1:40
Música: