Y ves mis estrías en los balcones de tu barrio,
el perfume de mi ombligo te asalta
y cerrando los ojos un instante
revives cada segundo
de una noche más en mis brazos
Ahora dime que no es poesía
eso que hacemos todos los días
cada mañana cuando me miras
con tu taza de café por toda compañía.
Precioso poema.
ResponderEliminarGracias
Me alegra estar entre tus lecturas, estas ya suscrito al blog? Gracias siempre a ti
Eliminar